Época: Roma y Pompeya
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Edificios helenísticos en el Lacio

(C) Miguel Angel Elvira y Antonio Blanco Freijeiro



Comentario

La basílica es uno de los edificios más antiguos de la ciudad del Vesubio. Uno de los muchos grafitos conservados en sus muros está fechado con los nombres de los cónsules romanos del año 78 a. C., pero los sellos de algunas de sus tejas, en lengua osca, y los sondeos estratigráficos inducen a retrasar la fecha de su construcción al año 120 a. C. aproximadamente. A diferencia de las basílicas romanas, abiertas por los lados o cuando menos por uno de los lados mayores, ésta se hallaba cerrada por tres flancos y sólo se comunicaba con el foro por las cinco puertas de su vestíbulo. Su ámbito interior, rectangular, estaba dividido en tres naves por dos hileras de robustas columnas jónicas de opus lactericium, circundadas por semicolumnas adosadas a los muros. En la cabecera un podio de dos metros de alto bajo un pórtico de dos órdenes de columnas corintias constituía el estrado del Tribunal de Justicia. Muros y columnas estaban revestidos de estuco y de pintura, que imitaba las placas de mármoles coloreados propios del primer estilo de la decoración mural pompeyana (150-80 a. C.). Se ha discutido mucho el sistema de cubrición de este edificio que tanto por su nombre como por su forma es el antecedente directo de las basílicas cristianas (el indirecto y más remoto era el que Vitruvio denomina oecus Aegyptius, refiriéndose seguramente a modelos del tipo del Palacio del Festival de Karnak). Frente a la tesis de Amadeo Maiuri, que por la robustez de las columnas de la nave central dice que hubieron de sostener un techo, otros prefieren imaginar esa nave a cielo abierto.